No todos los embragues de las motos son iguales y seguramente, aunque no seas consciente de ello, lo habrás notado al cambiar de una moto a otra. La fusión que podemos sentir con las motos con sistema manual varía dependiendo del tipo de embrague que tengan. Y esto es algo que resulta muy importante conocer a la hora de elegir un vehículo u otro. A continuación, te explicamos qué tipos de embrague de motos hay y cuáles son las características de cada uno de ellos. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es el embrague de una moto?
Aunque ya hemos hablado de él en alguna ocasión, vamos a hacer una pequeña aclaración antes de entrar de lleno en analizar cuáles son los diferentes tipos de embrague de motos. Y es que el funcionamiento del embrague es esencial en las motos, este sistema manual nos permite establecer una conexión entre el motor y el sistema de transmisión al accionar la maneta del embrague. Esto hace que la potencia del motor transmita el movimiento a la rueda trasera y el vehículo comience a avanzar. El cigüeñal comienza a girar, al igual que el volante que está acoplado a él, y ello se transmite a la caja de cambios y al resto del sistema de transmisión. En definitiva, el embrague tiene la función de separar o de unir el giro que hace el motor a la transmisión de la potencia de la rueda de la parte posterior.
Tipos de embrague de moto
Como explicábamos en la introducción, dependiendo del tipo de embrague que tenga la moto, la sensación a la hora de conducirla cambiará. Como sabes, este sistema nos permite pasar de una marcha a otra por medio de la selección de cambios accionando la palanca que se encuentra junto al manillar —lo que hace que se libere la rueda trasera de manera inmediata y que pierda la tracción—. Este está formado por diferentes piezas como el cigüeñal, que es donde llega el giro que hace el motor, pero también del volante, del disco de fricción, el plato de presión, el muelle (o resorte de diafragma), anillos y otras piezas más. Los embragues más comunes pueden variar entre sí en función de la forma en la que trabajan estas piezas (y del tipo de piezas de las que hacen uso). Estos son los más populares:
Embrague moto hidráulico
El embrague de moto hidráulico (o embrague húmedo de moto, como también se le conoce) utiliza un fluido para transmitir la fuerza del pedal del embrague al embrague en sí mismo. Este líquido, que generalmente tiene una consistencia viscosa, está ubicado en el cilindro maestro en el manillar que, a su vez, está conectado a un cilindro esclavo en el embrague. Al pisar el pedal del embrague el cilindro maestro empuja el fluido hidráulico hacia el cilindro esclavo y este acciona el embrague. Como indicábamos más arriba, las sensaciones entre un tipo de embrague de moto y otro varía dependiendo de cada modelo, en el caso del embrague húmedo de moto la sensación que tiene el piloto resulta mucho más suave y consistente —lo que se hace que resulte una excelente opción para quienes buscan una sensación de seguridad mediante un control más preciso de su motocicleta—.
Otra de las ventajas más destacadas de los embragues de moto hidráulicos es que requieren un menor mantenimiento que otros tipos, como el embrague en seco de moto. Esto es así debido a que no utiliza un cable que pueda desgastarse o, incluso, romperse; y a que los discos del embrague sufren menos. Eso sí, no queda exento de mantenimiento puesto que en cualquier caso será necesario cambiar el fluido de manera periódica, aunque la labor se simplifica. Por lo general, el embrague de moto hidráulico suele hacer uso del mismo aceite lubricante que se utiliza para el motor —aunque todo depende del sistema de refrigeración que utilice—, por este mismo motivo los discos no se desgastan tan rápidamente. En general, es más común verlo en las motos comerciales.
Embrague en seco para moto
El embrague en seco para moto es conocido también como embrague por cable. En este caso el embrague no está empapado en un lubricante, como en el caso anterior, sino que cuenta con un cable que se extiende desde el pedal del embrague hasta el resto del sistema. Cuando se pisa el pedal del embrague el cable se tensa y el embrague se acciona. Se trata de un tipo de embrague que resulta menos costoso que el hidráulico —por lo que es una opción estupenda para quienes quieren ahorrar en la inversión inicial de la moto—. Además, es la opción más recomendada para quienes buscan una opción más mecánica a la hora de conducir una moto, ya que transmite una conexión más directa con el vehículo. Este tipo de embrague es más utilizado en motos de competición, sobre todo, porque resultan más pequeños y porque no hay pérdidas mecánicas del líquido. Y, aunque presenten menos durabilidad, esta realmente no tiene tanta importancia ya que las piezas se cambian cada dos por tres para tener la moto en perfectas condiciones a la hora de competir.
Embrague multidisco moto: hidráulico y en seco
Por lo general, el embrague de la moto —sea hidráulico o seco— es un tipo de embrague multidisco. Esto se utilizan para transmitir el movimiento y llevar a cabo el acople entre el motor y el sistema de transmisión (además, estos trabajan junto con la leva de accionamiento, los muelles y plato de presión, la campana y la maza) a través de varios discos. La diferencia entre el hidráulico y el seco, es que en el primero los discos cuentan con un baño de aceite y en el segundo de los embragues no. Los embragues de moto en seco, por otro lado, utilizan menos discos y, además, son de menor tamaño y peso. En el caso de los hidráulicos ocurre lo contrario, así mismo estos están sumergidos en el aceite del motor y todo el conjunto está mucho más escondido para evitar pérdidas. El principal problema de ello (aunque presentan una mayor durabilidad y no producen casi ruido) es que trabajan a temperaturas más elevadas y ello nos obliga a tener que revisar parámetros como la viscosidad y la densidad con el fin de evitar que el embrague patine o que pueda haber pérdidas.
En los embragues multidisco las piezas están muy próximas entre sí. Los discos están sometidos a una fuerza que los presiona por medio de un plato de presión unido al tambor a través de unos tornillos. La palanca del embrague se encarga de desacoplarlos haciendo fuerza sobre el plato y ejerciendo presión sobre los muelles que aprietan los discos.